El gallardo deportista ya retirado, falleció este jueves en la noche, causando esta noticia gran tristeza en el ámbito del Básquetbol.
¿Quién no conocía a Lucho?
Eximio deportista, excelente persona, gran amigo de todos, enemigo de ninguno, gallardo luchador como jugador de Básquetbol y un batallador en la vida.
Se inició desde muy niño en el deporte, compartiendo así momentos especiales con muchísimas personas que aprendieron a conocerlo y quererlo, respetarlo y queriendo que siempre esté en su equipo, por esa entereza y amor a la camiseta que debía vestir y demostrando siempre ser un profesional.
Desde el deporte que amó toda su vida -el Básquetbol- recorrió distintos puntos de nuestra Argentina y siendo un jugador renombrado donde le tocó jugar, querido y defendido donde le tocó militar, haciendo que con el deleite de sus dobles y triples, las espectaculares tapadas, se metiera en el corazón de cada hincha.
La vida lo llevó hacia una ciudad donde encontró el amor de su vida, con quien entabló una relación de Amor y contrayendo enlace matrimonial para así tener dos frutos de esa unión, Martina y Matías.
Jugando en muchos clubes como Asociación Española de Charata, en Villa Ángela y por supuesto en el Rojo Breñense, donde dejó todo de sí para que pudiera esta institución quedar bien posicionada desde su dirección técnica dentro del Torneo Federal de Básquetbol, como también con las divisiones inferiores a quienes inculcaba ese amor a la naranja y siendo estricto cuando habían malas intenciones entre sus dirigidos, haciéndolos recapacitar y sacando así a esos tigres que tenían dentro suyo.
Tuvo complicaciones en su salud, movilizando desde su inconveniente a todo un Sudoeste que se sumó a la iniciativa partida desde la Asociación Club Social en realizar una caminata por las calles de la Capital del Inmigrante, habiendo números artísticos y por sobre toda las cosas, se logró la concientización sobre la Donación de órganos.
Las acciones médicas cuando estas complicaciones lo aquejaban, hicieron que sus hermanos tuvieran que realizar estudios complejos para poder así encontrar compatibilidad entre ellos, y siendo otro de los gallardos luchadores deportistas y guerrero dentro del rectángulo de juego, pero una amigable persona cuando finalizaban esos 40 minutos de juego, Miguel, quien sin dudar accedió a donar uno de sus órganos para su Hermano.
La recuperación fue más que positiva, para así volver a retomar sus actividades Lucho aunque cuidado y más mimado por Karen que estuvo a la par en cada momento, tal lo hicieron sus pequeños que orgullosos se mostraron junto a su amado padre.
Qué contar cuando se hizo la despedida como Jugador de Básquetbol en instalaciones del “Ángel Pértile”, donde asistieron jugadores que lo acompañaron a lo largo de su vida deportiva, y por supuesto, la Familia que siempre estuvo junto a él, dirigentes de instituciones y por supuesto, la bulliciosa “Número 6”.
Muchos logros ha tenido Lucho en su vida, pero lo más relevante es la cantidad de amigos que cosechó en esta década y pico vivida, trabajando mucho para ello tanto dentro como fuera de la cancha, donde puso todo de sí para que quienes estaban a la par suyo, sintieran ese afecto del abrazo que te hacía estremecer y crujir los huesos.
¿Si lo vamos a extrañar?
Seguramente todos los que conocieron a este gigante de inmenso corazón, que ponía “huevos” cada segundo de juego en la cancha o en la vida misma, lo vamos a extrañar, ni pensar su amada familia que ha de necesitar el apoyo de cada uno de nosotros hasta lograr la resignación.
Ya no será lo mismo el Básquet sin Lucho, con sus historias, vivencias, anécdotas de sus viajes, partidos y hasta cuando era niño contando estas travesuras.
Hoy hemos perdido a un jugador que será Historia en el Básquetbol, una persona que siempre ha sido solidario y excelente amigo, la Familia a un Hijo, Hermano, Esposo, un Padre protector y cómplice de travesuras de sus hijos.
Se nos fue Lucho…
Brille para Él, la Luz que no tiene Fin y Resignación para sus seres amados, amigos pero muy especialmente a su Esposa e Hijos.