La naturaleza se manifestó, las promesas políticas estuvieron, pero los daños, techos sin solucionar, siguen esperando respuestas.
Dos semanas han pasado de la última tormenta que azotó la región, y muy especialmente a nuestra ciudad dejando a varias familias sin sus techos, con pérdidas materiales importantes y esperanzadas en la inmediata ayuda desde el municipio que se mostró comprometido y “prometedor”.
Apenas pasada la tormenta, el mismo Intendente Víctor Machuca recorrió distintos barrios afectados acompañado por su secretario de gobierno y el secretario del área de desarrollo social con personal dependiente de esa secretaría, quienes hicieron los relevamientos respectivos de daños y pérdidas, para así de inmediato ponerse manos a la obra y solucionar estos inconvenientes.
Las familias afectadas recibieron a estas autoridades con los brazos abiertos esperanzados en una pronta solución, estando acompañados los representantes por distintos medios de comunicación, mostrándose los daños sufridos toda la comunidad.
Han pasado varios días, y el agua se fue, el granizo se derritió, el barro se secó, pero los techos siguen sin ser solucionados, las paredes caídas sin ser levantadas, quedando como desde el mismo momento del azote de la naturaleza…